jueves, 9 de julio de 2015

Sense8, Wachowski, you did it again


Tras la gran decepción que fue Jupiter Ascending (2015) no tenía ningún interés en ver algo de los Wachowski a corto plazo; ya dedique un texto a los Wachowski hablando sobre su éxito y sus siguentes producciones. El duo evidentemente va hacia el siguiente nivel, eso de plantear nociones del marxismo y la sociología entrelazandoles a una historia de acción y pasión no es nada sencillo. Desafortunadamente trataron de comprimir en fotogramas una trama muy compleja, quedandose en una historia muy burda y practicamente risible, muy llamativa (diseños creativos muy buenos) pero con montajes bastante descuidados (no ves los cables pero son tan notorios...), un romance bastante mal logrado y actuaciones... de un luchador1, ¿neta? Y eso es todo lo que tengo que decir al respecto.

Loquillos

Los Wachowski volvieron, en forma de serie
Había visto el anuncio en Netflix, la propuesta syfy me interesó desde el principio. La historia me recordaba a Heroes, ya casi una década en el pasado, sobre un grupo de desconocidos que descubren ser especiales, en este caso porque tienen un lazo que une sus mentes2 y todo lo que eso implica, el concepto por sí mismo me entusiasmaba lo suficiente, no tenía idea de que era trabajo de los Wachowski hasta que leí su apellido en el intro.
El montaje está muy bien logrado para ser una serie, efectos y planos que solo se logran con una buena edición y angulos bien planeados en cámara. Los Wachoswski no optaron solo por construir una historia sino de lucirla en cada escena, con angulos y cortes muy bien logrados que realmente nos adentran a las mentes y percepciones de los personajes, podemos ver el gran logro en todas sus escenas de acción o la escena más mencionada, cuando se ejerxitan, todos están presentes y al mismo tiempo no lo están. En casa todos observabamos casi sin parpadeo.
La historia tiene la medida exacta de acción y suspenso, drama, romance (algunos detalles cómicos) y ciencia se entretejen de una manera magistral. La historia es fundamentalmente un drama, como buena historia de ciencia ficción (los hermanos conocen muy bien la definición de ciencia ficción), plantea cuestionamientos humanos sobre lo que implica percibir no solo con tu propio cuerpo sino los de siete personas más, compartir el conocimiento, las experiencias y toda tu mente. Cada uno de los personajes está involucrado en conflictos de índole sociocultural distintos, abarcan diversos puntos de cuestiones como las relaciones familiares (violencia, amor, remordimiento), la discriminación (machismo, de género, religiosa), la autoconfianza (depersión, incertidumbre, optimsmo), etc, por ese motivo compartiran en diversas diadas (y más) algunas de las experiencias en las que ser verán inmersos durante la serie para confrontarlos ya no desde el individualismo, sino desde la colectividad.

Ya no eres solo tú 
Y se pueden abordar muchas interpretaciones sobre el discurso de genero, sobre la medicina o la autoridad, tenemos muchas voces brotando de esta historia y son muy buenas. La serie se da su tiempo para engancharnos a cada uno de los personajes, para soltarnos lentamente los pormenores sobre su particular-colectivo don, algo así como lo que lograron (aunque de una manera más sintetizada) en Cloud Atlas. A diferencia de la anterior, que como había mencionado ya, aborda menos sutilmente el tema de la sexualidad, en cuanto a preferencia e identidad, el ejemplo más claro es el personaje de Nomi, una mujer (antes hombre) lesbiana o Lito el actor mexicano que permanece en el closet para no terminar con su carrera como actor (sí, una tonelada de piedras cayó en Televisa y TvAzteca), proyectan de manera más amplia el discurso en defenza de la libertad y diversidad sexual. Que es uno de los puntos que más me engancharon a la historia, probablemente porque sigo leyendo sobre Foucault.
Es notorio que los hermanos están elevando su nivel, sus historias tienen conciencia, tienen un estílo ya muy característico que no tiene que ver con algún manejo de color o de los planos, es algo más bien discursivo, una sed notoria de conocer y divulgar ideas sobre la sociedad y la cultura que tanto nos alejaba y que en esta década ha comenzado a acercarnos a través del internet. Es un tema muy pertinenete el que abordan los Wachowski en este momento, ya que todos (los que disponemos de dispositivos y conexiones a internet, :/) nos podemos identificar perfectamete con lo que están viviendo los personajes, porque vivimos en redes. Ya sea por facebook, g+ o myspace (sí, todavía existe), conocemos el sentimiento de enlazarnos a alguien que está del otro lado del mundo y que comparte parte de sí, a veces una parte que no comparte con nadie, aparte de nosotros. Y eso es lo que hace aún más maravillosa a esta serie.
Los Wachowski se han ganado mi corazón una vez más y al parecer esta ocasión están decididos a cuidarlo como se debe. Ya no eres solo tú.

Algunas escenas favoritas:

  • Todas las peleas de Sun.
  • La historia personal de Nomi (inspiradora como la historia de Lana Wachowski).
  • La curiosa/extraña relación Diana-Hernando-Lito.
  • Por supuesto, el rescate al final.
Un elenco ecléctico en todo sentido


1 No es que tenga algo personal contra los luchadores que actuan, algunos de ellos no lo hacen mal pero a Tatum no le encuentro ni una expresión, tal vez deba uno de estos días ver más de sus actuaciones (Magic Mike es una recomendación de Becca) para valorarlo mejor. No me emociona.
2 Algo así como Freak Angels pero internacional, sin telequinesia y sin ser postapocalíptico, oh claro y sin cómic.

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