[Primera]
Probablemente el tiempo que pasé en el Cedart (una pequeña escuelita mestiza, medio SEP medio INBA) influyó en la manera en que comprendo la practica, y el contacto con otras formas de expresiones como el teatro, la danza, la música y las artes plásticas también motivó mi interés por la faceta creativa del ser humano.
En un principio no me gustaba mi 'estílo', mi manera de explicarme. Estar satisfecho en ese punto es lo que toma tiempo y práctica, poder escribir algo que leerías de no haber sido la fuente y lograr ser autocrítico justo porque uno no nace con las palabras en el paladar para producir discursos eminentes por muy interesantes que sean tus ideas u opiniones. Así como dice la frase francesa:
Lo que se concibe bien se expresa con claridad, y las palabras para decirlo vienen fácilmente.[Ce que l'on conçoit bien s'énonce clairement,
Et les mots pour le dire arrivent aisément.]
(Nicolas Boileau, L’Art poétique 1674)
Así que me tomó algunos textos fallidos, algunas pruebas descontroladas e historias poco originales diluidas en el olvido de la juventud llegar a encontrar mi manera. ¿Acaso no es lo mismo que pasaría con cualquier arte? Encontrar tu voz, tu pulso en la música, encontrar tu habilidad, agilidad, tu gesto en la danza, tu trazo característico, un rasgo que distingue tu trabajo del de cualquier otro, una marca indeleble que subyace a todo detalle y elemento. Es algo sensible, reconocible y que nunca termina de mutar junto con tu persona.
El trazo demanda identidad. Lo cual no significa que dicha identidad sea invariable, solo reconocer lo que es uno mismo. De la misma manera que se delimita un territorio o uno se mira al espejo y se observa a consciencia porque identificarse a si mismo en el reflejo (metafórica y literalmente hablando) es dilucidar los limites entre lo que soy y lo que en algún momento sólo pensé ser, lo que no soy. El reconocimiento de uno mismo no es otra cosa que saber lo que eres y lo que quieres, tu pasión y tus límites, que muchas veces pero no obligatoriamente será distinta de la propuesta por la sociedad y la cultura de la que formamos parte. Si bailas para descubrir los límites de la flexibilidad de tu cuerpo o la veocidad de tu mano al tocar una secuencia de notas, dependerá de a dónde quieres llegar para probar ese aspecto de tu personalidad.
El trazo demanda consciencia. No basta atender a los detalles que nos identifican, de los contornos de nuestra persona física y mental sino que ese reconocimiento será mutable a partir de las relaciones que establecemos con lo que nos rodea. Es decir: que si me paro junto a Silverio Palacios seré el güero alto pero si me paro junto a Chris Hemsworth yo seré el chaparro moreno. Así, la identidad antes concretada será reformuladaa partir de sus propias partes para dar lugar al reconocimiento de los demás, mi identidad cambiará constantemente por mis propias selecciones y al distinguirse frente los demás por la simple razón de que somos distintos, y eso es notorio.
Nadie era tan bueno como Picasso, nadie era tan bueno como DaVinci cada uno es su momento histórico y social produjo una forma de hacer el arte, si los dos fueran contemporaneos en la actualidad habría que revalorar su trabajo considerando su mutua existencia y el valor que el momento actual sociocultural les asigna. Ningún hombre es una isla1.
El trazo demanda conocimiento. Saber en algún sentido de lo que hablas, ya sea por la propia experiencia o por la recolección de los saberes en torno. No se puede escribir Moby Dick sin la experiencia de la navegación o las tripulaciones marítimas (nótese que no tengo idea de ninguno de los dos temas), no se puede escribir la Divina Comedia sin una profunda tristeza, culpa y redención, no se puede escribir Jurassic Park (1990) si no te has documentado en los principios de genética (al menos la información disponible hasta los 80s). Ni John Lennon ni Yayoi Kusama sacudirían con su obra a la gente si no hubieran sido atormentados de la manera en que lo fueron, si lo reflexionas un momento puedes sentir en las letras de Lennon el abandono materno pero su parte en los Beatles son claramente una respuesta a ese hueco, puedes notar las obsesiones y alucinaciones de Kusama en sus instalaciones, sus estructuras y ordenes son su respuesta y su regulación.
Conciencia y conocimiento, creo yo, es de lo que habló Ayn Rand cuando le preguntaban sobre la dificultad de escribir una novela2, el reconocimiento de toda una estructura de personas y eventos que orquesta ese fenómeno tan singular que llamamos vida. Young-Ha Kim también habló al respecto del proceso creativo en un video que ya he anclado por aquí hace algún tiempo.
Toma algún tiempo resolver todo esto, sigue mutando con cada experiencia de vida, con cada nueva persona que entra y sale de la vida, con cada acontecimiento que adviene, sólo uno mismo puede dar estabilidad a esas tres facetas.
1 Frase de John Donne, no de Bon Jovi, por cierto.
2 Porqué no, vean la entrevista
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