lunes, 19 de octubre de 2015

a Tarsem Singh


Recuerdo los trailers y promociones de The Cell (2000), lo llamativo de las composiciones escenográficas y fotográficas, una historia que se perfilaba psicológicamente escalofriante y Jennifer Lopez como protagonista. Con sinceridad, a mi no me llamaba la atención la película, en aquellos años las historias sobre asesinos seriales y tendencias gore no me llamaban la atención. Resultó curioso que cuando la vi, algunos años después, no resultara tan intensa en sus imágenes o en sus personajes o en su protagonista. Pero indudablemente había algo muy intenso en la composición, los vestuarios y escenarios. Si bien, no recuerdo exactamente cuando vi el primer trailer de The Fall (2006), logré conseguir la película dos años después de haberse estrenado, aunque tampoco recuerdo haberla visto en cartelera.



El intro y la película entera de The Fall sigue siendo mi favorita de su breve filmografía hasta el momento, por una u otra razón el resto de sus películas se queda en la magnificencia de su composición pero no llegan a superar la realización tan autoconclusiva que logró en The Fall.
Immortals (2011), Mirror, mirror (2012) y Self/less (2015) han sido el resto de los títulos que he podido ver, todas ellas exquisitas visualmente, muy minimalistas y detallistas a la vez.
De hecho, inicialmente no tenía intención de ver su última película, Eternal, porque parecía no 
seguir la tendencia que tanto aprecio de sus películas, los diseños llamativos, la originalidad de sus historias y resultó, como es frecuente por mi calidad humana, que estaba equivocado.

Las películas de Singh no necesitan ser complejas o trascendentales para entregarse en calidad al espectador, ha bastado con abodar géneros ya bien conocidos, la historia detectivesca, la fábula, la épica, la comedia romántica, para hacer gala de su estilo característico mostrandonos diseños y personajes memorables. La fotografía con la que hace gala de ellos es por otra parte, la madurez de la técnica y los equipos, el arte que toma lugar detrás de la imagen en la gran silla. Con el tiempo he ido descifrando qué es lo que inevitablemente me atrae de sus películas, aunque sólo una de ellas se haya ganado un lugar en mis favoritas, encuentro una complejidad conceptual en sus creaciones (al más puro estilo borgeano), simplificados en un diseño más teatral y humilde. Singh no necesita ostentosas caracterizaciones o presupuestos elevados en sus secuencias, sus dioses en el Olimpo no son altamente animados, brillosos o ejemplares, él se basta con dioses igualitarios entre sí pero se distinguen por sus detalles; los heroes de The Fall por su parte se distinguen enetre sí por sus diferencias, en colores, personalidades y tonos (acaso por eso hacia el final de la película es más intensa la tragedia en que se ven envueltos).



Los motivos de sus personajes varían conforme el tipo de historia que aborda, pero con todos sabe bien lucir sus emociones, The Cell no nos muestra un asesino complejo y monstruoso (aunque podrías pensar lo contrario), sino mentes atormentadas, incluyendo al detective y la terapeuta. The Fall e Immortals nos cuenta las posturas cambiantes sobre un acontecimiento a través del esquema prototípico de la historia del heroe1; Mirror, mirror y Self/less por su parte, reformulan nuestra propia concepción que tenemos sobre las personas, la princesa, la villana, el principe heroico no son lo esperado en absoluto, de la misma manera que la promesa de la inmortalidad y los avances tecnológicos resaultan no ser tan milagrosos como parecen al inicio.

El verdadero protagonista de las películas de Tarsem Sigh son las formas, son las ideas que hilan al resto de los elementos, desde los actores hasta las locaciones en que los posiciona, la trama, los personajes y los contextos relacionados crean una admosferea en la que se redefinen nuestras concepciones. Las ideas en sus historias se llenan de vida en sus largometrajes y actuan a voluntad propia entregandonos reflexiones considerables en distintos nivele, lo que vemos no es tal cual lo vemos, lo que pensamos no es tal como lo pensamos.


Podría hablar de sus películas una a una, sobre su composición e interpretaciones sobre sus tramas, pero resulta más bello seguir viendolas idea tras idea, color a color, concepto tras concepto. No hay más que decir. Veanlas.


1 La historia del herore ya ha sido descrita y categorizada por dos grandes autores, Vladimir Propp y Joseph Campbell.

No hay comentarios:

Publicar un comentario