Mi mejor amiga Samantha se fue a francia poco después de que nos conocimos, allá por el fin de año de 2010. Desde entonces hemos compartido varias experiencias y aventuras aún en la lejanía. Nuestra habitación de travesuras, nuestro estudio de experimentaciones bohemias, el foro de nuestras discusiones ideologicas han sido las redes sociales, desde los tiempos del MSN Mensenger hasta el Buffet de Chats del que disponemos en la actualidad (Fb, Whatsapp, Telegram, etc.).
Y en algún momento de esta virtual amistad ella escribió un texto para un concurso sobre migrantes en el que reflexionaba su vida migrante y expiaba algunos de sus sentimientos. Producto de ese ejercicio bohemio, como los hemos tenidos varios, surgió esta carta que ahora esta en la página de este proyecto de migración en cuatro idiomas.
Estos días estaré dando vueltas por el antiguo continente, por motivos académicos pero Sam me consoló sobre algunas ansiedades recordandome este texto, así que resulta ad hoc compartirles este texto. Y si ustedes también han viajado, viajarán o desean viajar, recuerden que la vida es difícil, no importa dónde estés.
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